Gran profesor, me lo pasaba en grande en sus clases (latín, filosofía, literatura…), no podía haber faltas de ortografía. Sus puntuaciones eran con alfabeto griego.
Gran director, muy riguroso en todas sus actuaciones, se rodeó de muy buenos profesores en todos los ámbitos, Don Ángel, Don Benedicto Cea, Don Vicente Devesa, Chicha (profesora de baile y canto) y otros muchos.
Tuve una relación muy personal, incluso después de salir del colegio; llamaba a mi padre y le decía: “A ver si dejas venir al chico conmigo a hacer un viaje”, e íbamos los dos a visitar alguna aldea.
Por otra parte, desde ingreso hasta 6º fui compañero de clase de “Chan” (María Victoria Carballo).
En Deportes, casi todos excepto fútbol. Y en cuanto a recuerdos, un hecho que me impactó mucho fue cuando Don Faustino Santalices vino a enseñarnos una zanfoña, y a tocarla, claro.
Con la perspectiva que da el tiempo, veo que fuimos unos conejillos de indias de aquella enseñanza que nuestros padres ni se podían imaginar, y si nos entregaron a esa “aventura” sólo se puede explicar por la fe que tenían en Don Antonio Fernández.